Mi hijo es un angel que le pedi a Dios, hace casi 3 años... Dios lo tomo literalmente y realmente fue asi
en seguida tuve entre mis manos a un angel.. que sigue siendo angel, y vive en su mundo de fantasia..
pero aun sigo esperando que me diga mama..
Angel ven a nuestro mundo para que compartas tu mirada con nosotros

miércoles, 7 de julio de 2010

EL PROTOCOLO DAN! PARA TRATAR EL AUTISMO

DAN! Son las siglas en inglés de Defeat Autism Now!, ¡Vencer el Autismo Ahora!.
El Trastorno del Espectro Autista engloba alteraciones cualitativas de la relación social y de la comunicación, y patrones restringidos de comportamiento, intereses y actividades con la aparición frecuente de estereotipias. Este niño no logra el contacto con las personas, no mira a los ojos, se retrae en actividades repetitivas y estereotipadas, no desarrolla lenguaje o lo adquiere pero después deja de hablar, presenta manierismos motores como aleteo de manos, balanceo del cuerpo…a veces se agrede a sí mismo, es insensible al dolor, tienes cambios frecuentes de humor…

Sus CAUSAS: la mayoría de los profesionales coinciden en considerar el autismo como un trastorno multifactorial de gran complejidad. Los profesionales que constituyen el colectivo DAN! coinciden en reconocer un tipo de autismo en el que los síntomas están presentes desde el nacimiento y otro grupo de autismo regresivo en el que los síntomas aparecen a partir de los 12 a 18 meses y que ido en aumento en los últimos 20 años. En este último grupo se sospecha que el autismo se dispara por daños tóxicos e infecciosos que afectan a niños con procesos metabólicos deficientes que no son capaces de soportar un elevado grado de factores estresantes por presentar una especial vulnerabilidad que puede venir determinada por su mapa genético. Serían niños que pueden haber nacido dañados y que tienen más dificultades para protegerse de agresiones químicas, ambientales, patógenas… Algunos de esos factores agravantes son por ejemplo las vacunas que contienen timerosal en su composición formarían parte de esos estresantes que han ido en aumento en las últimas décadas. Es cada vez mayor el número de vacunas que reciben los bebés. Vacunas, que pueden provocar efectos indeseables ya se por la toxicidad de algunos de sus componentes o por sus repercusiones sobre un sistema inmune todavía inmaduro y/o deficiente como es el de muchos niños autistas. La mayoría de los autistas ha tenido dificultades durante el parto lo que hace que muchos expertos se planteen la relación entre esta enfermedad y la hipoxia cerebral- o déficit de oxígeno- que muchos sufrieron durante él.

EL PROTOCOLO DAN!
Sus recomendaciones para conseguirlo son:
- Ayudar al organismo a detoxificarse.
- Eliminar de la dieta el gluten y la caseína así como evitar los aditivos, el azúcar, los alergenos…
- Aportar los nutrientes que resulten deficitarios: enzimas, aminoácidos, vitaminas, minerales…
- Limpiar el intestino de levaduras, bacterias, parásitos…
- Regenerar el intestino y la función digestiva
- Reforzar el sistema inmune.
Y durante todo el proceso evitar nuevas agresiones (antibióticos, vacunas, alergenos, tóxicos…), continuar con los tratamientos sensoriales y conductuales que tendrán más y mayores logros a medida que el paciente vaya mejorando sus sistemas digestivos, linfático e inmune y, por consiguiente, su autismo.

Un elevadísimo porcentaje de los casos de autismo presenta intoxicación por metales pesados como el mercurio que incluyen en todas las vacunas. También pueden intervenir la elevada toxicidad que acumula nuestro medio y nuestro estilo de vida contaminante. Nuestra alimentación cada vez más industrializada y está más lejos de lo que sería ecológico. Por eso precisamente el protocolo DAN! tiene en cuenta la necesaria detoxificación del organismo para poder obtener mejorías en los niños autistas. Cabe señalar que muchos niños reciben antibióticos a edades muy tempranas con los efectos nocivos sobre la flora intestinal, y sobre el sistema inmune aún inmaduro que todos conocemos. Y no hay duda de que los factores estresantes a los que el recién nacido se ven sometidos han aumentado mucho en las últimas décadas. Con este tratamiento lo normal es que si los niños autistas responden bien se consiga atenuar los síntomas en mayor o menor grado. Actualmente se acepta casi por unanimidad que es primordial un diagnóstico y una intervención con medidas educativas precoces. Además se les prescriben básicamente antipsicóticos, de ente los cuales la risperidona es el más usado. Lo que se consigue es una contención de los síntomas de agresividad y de nerviosismo y, en algunos casos, mejoría de los trastornos del sueño. Pero poco más. Los tratamientos son más eficaces a temprana edad y antes de los 3 años es difícil que se haya obtenido el diagnóstico de autismo. La sospecha de que “algo” ocurre puede aparecer alrededor de os 12 meses pero, en la mayoría de los casos el diagnóstico de certidumbre no llega hasta los 30 o 36 meses.

Las hipótesis de partida son tres:
- Un trastorno metabólico que determina un déficit enzimático. Los péptidos del gluten (proteína del trigo) y la caseína (proteína de la leche) ejercen una función etiológica en la patogenia del trastorno autista. Las alteraciones psicológicas y de comportamiento del autismo se pueden explicar por la actividad opiácea de los péptidos mencionados. Entonces sería como si estos niños estuvieran drogados y de ahí su aislamiento, sus conductas estereotipadas, sus cambios radicales de humor, sus alteraciones sensoriales…

- Una inflamación intestinal acompañada de un aumento de la permeabilidad que provoca una disfunción en la absorción de los nutrientes.

- Un mal funcionamiento de las vías de eliminación que comporta una acumulación de toxinas en el organismo. Por tener niveles muy disminuidos de una enzima hepática denominada fenolsulfurtransferasa, deficitaria en torno al 90% de los niños autistas. Esta condición determinaría una mayor dificultad para eliminar los componentes sulfúricos del organismo a través del metabolismo del hígado.

El protocolo DAN! consiste en eliminar de la dieta todos los alimentos que el niño autista no puede digerir correctamente con el fin de evitar la absorción de sustancias que el organismo no reconoce como nutrientes. Mediante suplementos nutritivos y otros tratamientos biológicos se tratan posibles problemas intestinales, se favorece la eliminación de toxinas y se compensan los potenciales déficits nutricionales caudados por la mala absorción intestinal.
Tras el estudio con una muestra de sujetos con espectro autista, las mejorías han sido:
- Han mejorado con el entorno y se muestran más participativos
- Hay más imitación
- Han ampliado y han mejorado la calidad de las relaciones interpersonales
- Se da mejor compresión y mejor respuesta
- Se percibe en ellos más expresividad- ya sea a partir del lenguaje oral o de la expresión facial
- Una mayor ampliación del juego y de mejor calidad.
- Han disminuido las obsesione, el nerviosismo, las estereotipias, los miedos y el insomnio.
- También han mejorado algunos síntomas físicos: se han normalizado las deposiciones en todos los casos en los que había irregularidades y se han producido algunos aumentos de talla muy notables.


Gran parte de los autistas mejora su conducta cuando se elimina de su dieta el gluten y la caseína de la leche así como las candidiasis intestinal, al igual que cuando ingieren suplementos, en especial DHA, ácido graso de la serie omega 3.




Dra. Anna Vallés Revista Discovery Salud

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